27/2/10

SIN JAULAS EN EL MAR


“Una jaula, aunque sea de oro, siempre es una jaula”.  Recuerdo que esta frase la dije en una clase en la universidad donde estudiaba.  
Han pasado muchos años de ello, pero muchas veces la tengo presente. Cada vez nuestra vida está más dirigida. Vives en una jaulita que la haces lo más acogedora posible, tienes que pagar un seguro para solventar los problemas que pueda tener. Pagas unos impuestos para que puedas pasear por el camino de una jaula un poco mayor. Trabajas para mantener tu jaula y en vacaciones puedas visitar otras. Te descuentan de tu sueldo una cantidad para mantenerte con salud y para que, cuando seas mayor, puedan meterte en otra jaula, que se come la tuya, para que puedas morir con todos los cuidados. Al final, una jaulita te espera donde tal vez alguien, la adorne con ramo de margaritas.
Y después de todo esto me pongo a pensar…
Somos seres humanos, vivimos para ser libres. Tenemos que construir de nuestras jaulas hogares, volar y viajar allá donde el viento nos lleve. Tenemos que romper los barrotes con la fuerza de la amistad y el amor.
Desearía poder decir: “Hubo una vez una jaula que se convirtió en un inmenso mar”.

2 comentarios:

Pandora dijo...

La sociedad en la que vivimos nos arrastra a un modo de vida que muchas veces no nos resulta agradable, pero es el sistema difícil de romper.

Podemos empezar por abrir la jaula de vez en cuando...

Besos guapa.

REVUELTA dijo...

Pandora, lo que has dicho es un buen comienzo, pero que nadie nos hiera al hacerlo.
Bezitoz