28/4/09

UNA FLOR EN UNA TUMBA

De niña, iba a pasear con mi prima Rosarito al cementerio de Guadix. Nos dedicábamos a leer y curiosear los nichos y tumbas del lugar. Había flores silvestres que nacían allí. Arrancábamos alguna y la poníamos en aquellas tumbas abandonadas para adornarlas. Cada vez que cogía una de aquellas flores sentía algo especial. Recordaba la poesía que mi padre me decía sobre las margaritas del cementerio:
¡Oh, flor que mal naciste!
Y que fatal fue tu suerte.
El cogerte es cosa fuerte
El dejarte es cosa triste,
Y el cogerte con la vida
Es dejarte con la muerte.
El cementerio de Guadix está ubicado en un bello paraje. Los cipreses, dando un toque de espiritualidad, elevan sus hojas hacia el cielo. Detrás una pared de cerros con apariencia lunar y al fondo el manto de Sierra Nevada. El romanticismo está marcado en todo el contexto.
He visitado otros cementerios, sin ningún sentimiento macabro sino solo por conocer y saber.
Nuestra vida se basa en el amor y la muerte.
Hay personas que dicen: vaya cosa recorrer cementerios. Pero van a visitar las pirámides de Egipto, Notre Dame de París, el Taj Mahal, el mausoleo de Napoleón y otros monumentos, y no se dan cuenta que son cementerios o tumbas lo que allí se alberga.
De mayor he vuelto a ir y mi lectura ha sido pensar que detrás de cada inscripción, yace una historia contada o no contada, muchos sueños barridos en el olvido y allí a su lado, al abrigo de la tierra, las margaritas les cuentan las noticias que trae el viento.

9 comentarios:

XCAR Malavida dijo...

Cuando salgo de viaje siempre hay dos cosas que procuro visitar de las ciudades a las que voy: los cementerios y los rastrillos (Pum y su paciencia te lo pueden confirmar, jeje). Ya veo que no soy el único.

REVUELTA dijo...

Desde luego que no eres el único.Cuando fui a Durham (Dorom para los de allí), Me encantó ver la ciudad monumental, pero le faltaba algo. Callejeando llegamos a una gran plaza llena de puestos, era un mercadillo francés. Pensé: esto es lo que le encontraba a faltar.
Paisaje, tiempo y vida, resumen una ciudad.

Win dijo...

Yo he ido tres veces al cementerio. Siempre he acabado dando brillo a "aquella lápida" a golpe de escupitajo y kleenex mezclado todo con muchas lágrimas y colocando flores de las lápidas a las que si quitaba alguna no se iba a notar...
BESOTES, preciosa...


PD. Córdoba en Mayo es preciosa...

Apolonia dijo...

Encarna, los cementerios a mí tb me gustan. Sólo hay uno al que no me gusta ir.

Me gustan las zonas viejas. Las de las tumbas en el suelo, con lápidas enormes y a veces casi tétricas, .... y los mausoleos...

Lo cierto es que me transmiten una paz.... que no puedo describir..

Algo tiene que ver también mi gusto por las historias de vampiros... pero va mucho más allá. Es una sensación que viene de dentro, mucho menos pragmática que la de XCar. No es morbo, que va. Pero no puedo explicarlo..

Me encantan las margaritas...

Besos,
Pum

Win dijo...

Casualmente mi madre me recitó el otro día ese poema de las margaritas...

REVUELTA dijo...

Winchester, me ha encantado que te recitara tu madre ese poema. Mi padre me lo decía de niña y me quedaba embobada escuchándolo. Y se lo hacía repetir.
Me imagino a las puertas de Mayo una Córdoba convertida en jardin.
Un beso

REVUELTA dijo...

Pum, el misterio de lo desconocido, del que han hablado muchos a lo largo del tiempo, es algo que siempre estará ahí.
Yo cuando veo margaritas me las imagino libres,como puntitos blancos adornando el campo.
Un beso

diabetes dijo...

que lindo escrito
te felicito
me ha gustado mucho...
saluditos desde argentina!
bye bye

REVUELTA dijo...

Diabetes, me alegra que te haya gustado. Las palabras que salen del corazón son insustituibles.
Un beso