16/1/09

MIS PEQUEÑAS DERROTAS

Soy mujer, pero ante todo soy persona. Mi madre siempre me decía: Encarnita, cuando te cases cuanto sufrirás por tu forma de pensar. Yo nunca había entendido las palabras de mi madre. Tiempo después la entendí. Ella había oído que el mundo era de los hombres donde la mujer estaba en segundo término. En cambio, en el hogar familiar, yo no me sentía así. Mi padre y mi madre me apoyaron siempre. Recuerdo, en mi época de adolescente, tuve seis suspensos. Unos justos y otros no. Os voy a explicar uno de mis cates: era de lengua, hice un trabajo sobre García Lorca. En el comentario personal dije que él había muerto víctima de la sociedad del momento. El profesor me arrugó el escrito y me dijo que eso era ¡Mentira!, que había muerto por una venganza personal. A mis diecisiete años había escuchado a mi padre y leído documentos de historia. No entendía qué había podido ofender si era una simple opinión. Otro cate fue de francés, recuerdo a la profesora canaria. Me dijo que yo al ser andaluza tenía muchos problemas en pronunciar. Me sorprendió que me lo dijera con su acento. La de biología me dijo que yo, era buena estudiante pero tal vez mi inteligencia se había acabado. Yo me hundí. Me puse en un rincón a llorar y me vio mi tutor. Le expliqué lo que me había dicho la de biología y él, consolándome me dijo que no le hiciese caso. El tenía unos veinticinco años y era catedrático de matemáticas especiales. Me contó que la había tenido de profesora y le dijo que era buen estudiante y tenia mucha voluntad, pero no era inteligente, que se decantara a letras. El se propuso hacer la carrera de matemáticas y sacó matrícula de honor. Esto me animó. Pero hablar con mis padres, sentir todo el apoyo del mundo y la propuesta de un profesor particular, me hizo qué pensar.
Cerré los libros y me fui de vacaciones. Sentí entonces ante mi el recuerdo de la cultura, el conocimiento y las personas que estaban a mi lado.
El resultado fue notable en todo en Septiembre y la selectividad.
El examen de francés fue unas preguntas en castellano donde había ido de vacaciones y la profesora me contó las suyas, en español. Tuve que tragar el examen.
Pienso en aquel tiempo y jamás he dado premios a mis hijas por haber sacado buenas notas y, mucho menos amonestar si no han sido tan buenas. Hablando sobre el esfuerzo y apoyándolos en todo momento creo que les ayudamos a ser ellos mismos.
Jamás pensemos que nuestros hijos serán nuestra proyección, serán ellos con todo lo que aprendan por ellos mismos y el cariño que le podamos dar.

10 comentarios:

Apolonia dijo...

Yo de mayor quiero ser como tú. ;)

REVUELTA dijo...

Pum, la experiencia vivida nos hace ser como somos,con nuestros más y nuestros menos. Pero no nos quedamos ahí, seguimos aprendiendo de la gente que aparece en nuestras vidas. De mayor seguro que serás más inteligente que yo, pero lo más importante es que seas muy feliz.
Mil besitos

Win dijo...

Yo tengo traumas gordísimos de mi época escolar, del sentimiento ABSOLUTO de incomprensión por parte de los profesores y alumnos hacia mi timidez, por las exigencias bestiales en mi casa por las notas... No había derecho a explicarte, las notas eran las notas... Un año incluso, en segundo de EGB, no me salía la voz cuando me preguntaban algo. Fui muda literalmente un curso entero.Imagina lo que tuve que aguantar por parte de mi entorno insensible.
Me alegra saber que tú no eres así, bueno, SABÍA que no eres así, y que tus hijas nunca tendrán esos sentimientos horribles que yo tuve hacia los demás y sobre todo hacia mi persona, siendo muy pequeñita, por culpa de todo aquello...

Apolonia dijo...

Bueno, ya que estamos os confesaré que yo tengo también serios traumas de mi época escolar. Yo era la empollona de clase, y encima llevaba gafas de pasta, como las de las secretarias del 123. Todos se metían conmigo, y nadie quería que le vieran a mi lado. Los recreos los pasaba sola o siendo el objeto de las burlas y las agresiones de los cenutrios de mis compañeros y compañeras. Jamás me premiaron o castigaron por las notas: directamente les daba igual si estudiaba o no.

Luego en el instituto siguió más o menos igual. No me dejaban estudiar, porque una mujer en mi casa no podía saber más que mi padre. Y encima, en mi pueblo, los que iban al insti eran los niños ricos, así que yo seguí siendo el objeto de todo tipo de burlas y bromas pesadas, además de aislamiento social. Pero aquí aprendí a defenderme, y dejé de ser un objetivo pasivo. Al final conseguí hacerme respetar, a costa de no permitirles menospreciarme y a costa de sacar las mejores notas de insti.

Tuve que escaparme de casa para poder ir a la Universidad. Nunca le agradeceré lo suficiente al hombre de la barba blanca que me ayudara. Allí todo cambió, a pesar de la decepción que me llevé. Pero eso ya es otra historia.

Rakel, guapa, piensa que todo lo que te sucedió ha servido para que seas la estupenda persona que eres, y para que tengas esos valores morales tan envidiables. Tu sensibilidad y tu forma de ver la vida te hacen muy especial.

Os quiero mucho a las dos.

XCAR Malavida dijo...

A mí lo que más me ha gustado es eso del tío al que le dijeron que, como era tonto, se tenía que dedicar a las letras. Juo juo juo.

REVUELTA dijo...

Winchester, lo que me has contado de tu timidez lo vivo en mi hija pequeña, Estrella. Ayer me dijo: mami, hoy por primera vez le he dicho al profesor que no entendía una cosa y he tenido que ir a su mesa. Me lo contaba como algo muy importante para ella. Le he pegado un abrazo y le he contestado: ¿Te lo ha explicado? ¿Lo entiendes ahora? Pues sigue así, es sencillo.
Seguro que cuando la conozcas, te acordarás de ti unos años atrás.
Un beso

REVUELTA dijo...

Pum, admiro tu fortaleza y tu sensibilidad. Si te hubiera tenido como alumna otro gallo cantaría. Hubiera puesto en su sitio al mas pintado, al mas enterado. Quizá no me recordarías después, pero yo no me olvido de alumnos por los que luché y eso, Pum, de verdad, han hecho que en mis bajos momentos, haya recurrido a ellos y que mi profesion vale la pena.
Un beso

REVUELTA dijo...

Xcar, se lo dijo la de biología, ya sabes que las ciencias y las letras están siempre muy reñidas.
Te voy a contar más:
Cuando acabé, con una buena nota en la selec. quería hacer medicina, pero me daba miedo la sangre. Así que me decanté por magisterio y así me lo pensaba. Lo bueno es que ya no tendría a la de biologia. Pero !Horror! en la primera clase me la encontré a ella. Me perseguia en la carrera que hiciera. En su clase, saqué un 8, me subia por las paredes de contenta. Ella me pescó y me dijo: Revuelta estoy muy disgustada contigo, porque habiendo sido alumna mia tenías que sacar un sobresaliente. Opté con algunas amigas en hacerle una gamberrada. En el jardin de la Normal de Magisterio había unas flores que no olian a nada. Ella era especialista en botánica. Por aquel entonces usaba perfume de violetas. La esperamos y, cuando iba a pasar, echamos perfume en esas flores y nos escondimos. Ella, sorprendida, cortó las flores y se las llevó a analizar. Al día siguiente estaba supersuave y desconcertada. Tiempo después me dejó tranquila, porque se casó por fin (ella tenía 60 años y su marido 35.
Es curioso pero hoy la recuerdo con cariño.
Un beso

Cybernapya dijo...

Bueno, yo estoy empezando a hablar del acoso recibido ahora... Para mí ha sido un tema muy delicado, en el que nadie, absolutamente nadie, me ayudó a nivel institucional. Nadie se pringó. Decían que eran cosas de críos... Y bueno, si hablamos de mi mundo particular... Mejor ni te cuento.
Y sobre suspensos injustos, mejor ni hablamos, ya que gracias a dos profesores en diferentes etapas de mi época estudiantil, no puede terminar el bachiller ni Artes Aplicadas.
En fin, que hay que seguir...
Besos

REVUELTA dijo...

Cybernapya, ahora eres tu, con lo vivido y con lo que sabes. Ahora nada puede detenerte porque eres mas fuerte.Ahora nos toca reirnos de los que, pretendiendo tener toda la verdad, no supieron encontrar lo que llevabamos dentro.
Un beso