Imaginaros a dos personas que no tienen ni idea de inglés, bueno yo alguna palabra, pero como si nada. Un lugar donde no había mucho turismo y las palabras de la gente de allí sonaban todas iguales. Le comentaba a Liz que no sabía si lo que me estaba bebiendo era una cerveza, un oso o un pájaro, porque la pronunciación me parecía igual. Ella se reía a carcajada y me lo decía correctamente, pero no había manera, a mi toda la pronunciación me resultaba igual. Hablando de un cantante de allí, Joe Cooker, me sorprendió que no lo conocieran; nosotros decíamos You Cuker, pero no sabían quién era. Al final lo escribí y dijeron: ah! Cho coca.
Nos llevaron a una ciudad preciosa a ver una catedral Normanda. Nos dijeron que esa ciudad se llamaba Dorom. Me encantó esa ciudad, pero no aparecía su nombre por ningún lado. Solo había indicaciones de Durham. Al final descubrimos que Durham era Dorom.
Y así sucedieron otras anécdotas que no contaré porque me extendería demasiado.
En el aeropuerto, para acabar, nos quedamos ya solos. Mi lenguaje fueron los signos que estos si que son internacionales. Pasé tranquilamente, pero Carlos tuvo que quitarse hasta las botas. Aún así le sonó la alarma. El police le cacheó y seguía sonando la alarma. Al final cogió un detector de metales y se lo pasó por todo el cuerpo. Carlos, contagiado por la flema británica dijo: oiga, es que tengo mucho hierro en la sangre. Creo que al final, después de la cola que se había organizado, el policía aburrido lo dejó pasar.
Una vez en el avión ya estábamos tranquilos, pero duró poco. Teníamos detrás unos niños que parecían gremlins. Imaginaros la de pensamientos que se le ocurrieron a Carlos, que intentaba echar una cabezada y no podía.
Y nada más por el momento. Felices sueños y hasta otro rato.
Nos llevaron a una ciudad preciosa a ver una catedral Normanda. Nos dijeron que esa ciudad se llamaba Dorom. Me encantó esa ciudad, pero no aparecía su nombre por ningún lado. Solo había indicaciones de Durham. Al final descubrimos que Durham era Dorom.
Y así sucedieron otras anécdotas que no contaré porque me extendería demasiado.
En el aeropuerto, para acabar, nos quedamos ya solos. Mi lenguaje fueron los signos que estos si que son internacionales. Pasé tranquilamente, pero Carlos tuvo que quitarse hasta las botas. Aún así le sonó la alarma. El police le cacheó y seguía sonando la alarma. Al final cogió un detector de metales y se lo pasó por todo el cuerpo. Carlos, contagiado por la flema británica dijo: oiga, es que tengo mucho hierro en la sangre. Creo que al final, después de la cola que se había organizado, el policía aburrido lo dejó pasar.
Una vez en el avión ya estábamos tranquilos, pero duró poco. Teníamos detrás unos niños que parecían gremlins. Imaginaros la de pensamientos que se le ocurrieron a Carlos, que intentaba echar una cabezada y no podía.
Y nada más por el momento. Felices sueños y hasta otro rato.
11 comentarios:
Azagra tenía que haber avisado de que llevaba un diu...
Miedo me da... No quiero ni imaginarlo...
Un besazo...
A Pum le pasó lo mismo hablando de Tina Turner, jeje.
lo que yo tenia esa mañana de registro policial era una polla como una olla,o sea,que estaba enpalmao,y claro,el poli se cebó.
Ya lo dice el anuncio que hay a la entrada del control:
BORDER, POLICE
no hace falta traducir
Win, pasar con Carlos la frontera es siempre una aventura.
Un beso
Cybernapya, a mi también me dió miedo en ese momento, me encontraba ridícula con todas sus cosas esperándole.
Un beso
Xcar, y mira que Pum habla superbien el inglés.
Un beso
Carlos, en verdad cuando te vi abriendo piernas y brazos ante el police, parecía que eras un levantador de pesas.Lo que no entiendo es la tranquilidad que aparentabas cuando yo era un manojo de nervios.
Bezitoz
¿Habéis estado en Durham?!!!!!!
ENVIDIA, ENVIDIA , ENVIDIAR
Lo de Tina Turner fue muy divertido. Yo allí intentando pronunciarlo genial, en plan Taina Tarnar, y resulta que era China Chana, jajajajajajaja.
Muy muy divertidas las anécdotas de la pronunciación.
A mí en el aeropuerto de Liverpool me sonaba todo el rato el pendiente del ombligo, y fue tambien toda una odisea. Casi me dejan en pelotas, con el frío que hacía. Pero lo pasó peor un pobrecillo japonés que iba detrás de mí, al que se llevaron a un cuarto para cachearlo allí "por todas partes",brrrrrrrr
Besitos.
!Que bueno Pum! todavía estaría pensando yo quien es china chana. Se me olvidó preguntar por Tom jones. Seguro que se dirá chom chon por lo menos. En uno de los trayectos le dije a Liz que te hubiera gustado a ti ver ese paisaje de árboles y hojas de colores. Me entendió perfectamente, porque las miradas, expresiones y gestos valen más que las palabras en ciertas ocasiones.
Bezitoz
Ése es fácil: Ton Yons.
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