28/9/08

CÁDIZ, LA TACITA DE PLATA

¿Qué es nuestra vida sino recuerdos vividos e ilusiones futuras?
Cádiz 1984, verano. Ciudad plana llena de casitas blancas con sabor a brisa. Recuerdos vagos de calles con olor a pescadito frito y cazón en adobo con sabor exquisito.
Cádiz “la tacita de plata” donde el sol aparece por la mañana en el mar y nos acompaña un delicioso día hasta que se duerme entre las aguas. En ese momento aparece la luna llena, para seguir dando brillo a ese mar y a esa gente que ensaya en su playa las chirigotas carnavalescas. La noche tiene una atracción especial y el camino hacia casa se hace pesado, porque los pies, desobedientes a la razón, luchan por quedarse un ratito más.

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