17/7/08

AYUDAS SOCIALES ¿DONDE?

Os adjunto una carta que escribí a la consellera de Bienestar Social de la Generalitat. Es una espinita que llevo todavía metida dentro. Me escribieron en abril para que me presentara con mi padre en mayo para hacerle la valoración, él ya hacía dos meses que había fallecido. Mi carta tuvo una contestación muy correcta y me dijeron que me presentase yo igualmente. Dudé de hacerlo o no, pero caí en aceptar. Después de muerto le hicieron la valoración y me la enviaron un mes después por correo. Yo no lo entendía. Cuando llegó el documento lo guardé. Al cabo de un tiempo, cuando estaba más tranquila, lo abrí y lo leí. No os podéis imaginar lo que sentí en ese momento. En el documento ponía que no le habían hecho la valoración antes porque estaba difunto. ¿Por qué me dijeron que me presentara en mayo con él? No tenían ni idea de que hubiera muerto, pero qué bien se cubren las espaldas. La carta de citación se la quedaron ellos, lástima no haber tenido un duplicado.
Gracias a las leyes sobre ayudas a los necesitados, gracias por NADA. Ahora bien, tengo que deciros que mi padre murió en casa, rodeado de su familia, se despidió de nosotros con un aire de lucidez y de paz interior, cerró los ojos sin dolor y se durmió.

A la atención de la Consellera:
He recibido una carta del Equipo de valoración de adultos de Barcelona del Departament de Bienestar y Familia donde citan a mi padre el 25 de mayo para hacerle el reconocimiento de discapacidad.
En Septiembre pedí este certificado a la oficina de Sant Martí, mi barrio, y ahora es demasiado tarde, mi padre murió el 21 de febrero.
No he recibido ninguna ayuda, ni desde el punto de vista médico (había un suplente) ni de ustedes.
Pedí al médico suplente me recetase algún alimento líquido para él, pero me dijo que no había nada, aunque yo sabía que sí lo había.
En mi casa hemos estado viviendo siete personas: mis tres hijas, mi marido y mis padres. Mi padre padecía demencia senil que no hacía falta demostrar en ningún informe, mi madre padece artrosis, camina con una muleta en un lado y con nuestra ayuda en el otro.
Mi padre ha sufrido la guerra civil, la emigración, siempre ha sido una persona que me ha enseñado los valores de respeto y de vivir con dignidad. Mi obligación moral era estar con él hasta el final aunque en los últimos momentos ya no era él. He podido coordinar mi trabajo para cuidarlo, aunque esto supusiera abandonar el resto de mi casa.
No se porqué escribo ni a quién lo hago, ni si las lágrimas me podrán calmar.
He pedido también el certificado para mi madre, pero ya no lo espero, cuando venga me encontraré con la sorpresa de que ha llegado y no se si será demasiado tarde. Puede ser en ese momento vuelva a creer en las ayudas que dicen que hay.
Atentamente
Encarna Revuelta

2 comentarios:

Win dijo...

Ojalá esa carta emocionara el lector como a mi... Besos

REVUELTA dijo...

Gracias Winchester. He aprendido a vivir con esa enfermedad de mi padre y he llorado en silencio muchas veces. Me he levantado de madrugada y he ido a su habitación con el temor de si había muerto. He sabido cuanto puede hacer el cariño y la fuerza que éste tiene. También me han quedado secuelas, despues de 14 años sin fumar he vuelto a hacerlo.
Un beso