24/2/08

MURAL DE MALAVIDA

Imaginaros entrar en un bar vacío en hora temprana. Un largo pasillo y al final... una amplia sala con un inmenso mural lleno de personajes dispuestos a celebrar algo. Me quedé embobada, la imaginación engañaba mi vista y me transportaba a una original fiesta medieval. después vinieron las tablas de patés y quesos y el lugar se iba inundando de personas poco a poco. Y allí seguía el mural presidiendo la fiesta. Los personajes adquirían volumen y se entremezclaban con nosotros.
La belleza está servida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Joder Encarna, cómo cuentas las cosas... ¡A tope!